INCUPO: Ernesto Stahringer en Austria: impulsando la agricultura familiar y fortaleciendo alianzas internacionales

Redactado

En el marco de la alianza entre productores austríacos y argentinos, Ernesto Stahringer, director de INCUPO, destacó la importancia de la agricultura familiar y discutió desafíos y oportunidades en un contexto de políticas públicas adversas en Argentina.

Desde Austria, Ernesto Stahringer, director del Instituto de Cultura Popular (INCUPO), destacó la necesidad crítica de apoyar a la agricultura familiar como eje central para la sostenibilidad ambiental y la seguridad alimentaria.

Luego de participar de la VIII Conferencia Global del Foro Rural Mundial en España, se reunió con sus pares de la organización austríaca Welthaus en Austria, con quienes INCUPO impulsa, en el marco del Proyecto Alianza Austria Argentina, el fortalecimiento de la agricultura familiar y su incidencia en políticas que promuevan producciones ambiental y socialmente sustentables. Representantes de ambas organizaciones se reunieron con funcionarios y productores para abordar los desafíos y las potenciales soluciones que la agricultura familiar enfrenta a nivel mundial.

Stahringer subrayó que este tipo de agricultura no solo es crucial para abastecer de alimentos saludables a la población, sino también para la conservación de los recursos naturales. Confirma que es esencial adoptar modelos de producción que respeten el equilibrio ambiental y aseguren la sostenibilidad a largo plazo.

Durante su intervención, se refirió a las posibles colaboraciones entre la Unión Europea y Mercosur, que se centran en la adaptación a prácticas sostenibles por parte de los agricultores. “La preocupación por la disminución de los agricultores en nuestros países nos ha llevado a buscar soluciones conjuntas y sostenibles,” afirmó.

Sin embargo, no todo el panorama es alentador. Ante las recurrentes consultas recibidas sobre la situación actual en Argentina, Stahringer denunció la falta de apoyo institucional al sector, mencionando el desmantelamiento de organismos clave como el Instituto Nacional de Agricultura Familiar. «Estas medidas sólo han agravado la situación, reduciendo la capacidad de vida de nuestros agricultores», lamentó.

El escenario económico tampoco ayuda, con una recesión que golpea especialmente a las zonas rurales, exacerbando la vulnerabilidad de los agricultores familiares. Además, el aumento de la burocracia y los requisitos gubernamentales favorece a concentración, ya que mientras quienes tienen más recursos pueden satisfacerlos, son los pequeños productores los que quedan sin acceso y en desventaja.

Uno de los aspectos más críticos que Stahringer tocó fue el impacto de la agricultura familiar en la salud. Con un 40% de la población sin acceso a dietas saludables, insistió en que este tipo de agricultura puede ser una solución fundamental. Propuso fomentar mercados de cercanía y promover un consumo responsable y saludable.

De su reciente participación en la VIII Conferencia Global del Foro Rural Mundial y su visita a Austria, el director de INCUPO afirma que el reconocimiento social de la agricultura familiar es otro aspecto que necesita consolidarse: “Es necesario que la sociedad comprenda y valore el trabajo de los agricultores familiares y su contribución a un cambio de paradigma en el consumo de alimentos», señaló.

Concluyó su intervención haciendo un llamado a los gobiernos para que implementen políticas que apoyen a los productores y no solo a los productos, reforzando el desarrollo sostenible y el apoyo institucional a través de leyes, políticas públicas e inversiones. El mensaje es claro: es imperativo que se reconozca y se respalde la agricultura familiar para enfrentar los desafíos ambientales y económicos globales, asegurando un futuro más justo y sostenible para todos.

 

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