Al tomar nota, con las primeras luces del día y con el chofer internado por lesiones, vecinos del barrio lindero saquearon las latas de atún, arvejas, choclo y pulpa de frutilla que se utiliza para preparar tragos.

Fue la novedad del día que ganó espacio en medios locales, regionales y provinciales. Nadie alcanzó a imaginar en ese momento que el caso tendría un giro llamativo, escandaloso y de mayor gravedad delictiva.

Impunidad

Es que ni bien corrieron las horas y los camiones quedaron abandonados en la zona del siniestro, policías viales del escuadrón Reconquista se valieron de las sombras de la noche, de sus puestos y uniformes, de la indefensión del responsable de la carga alojado en una pieza del Hospital Central, y del móvil policial que manejaban para sustraer los elementos comestibles y transportarlos a la casa de uno de ellos.

Con la imprudencia que da la impunidad, el policía vial Hernán Nahuel Peresson, de 36 años, llevó las cajas a su domicilio situado en el Loteo “Las Lilas”, también zona sur de la ciudad, acompañado por sus pares. Pero la mala suerte le jugaría una mala pasada: fue captado por el domo de seguridad instalado en una esquina, que fuera adquirido por los vecinos del barrio entre los que figura él mismo.

La paradoja le saldrá cara. En la mañana del viernes será imputado por el hecho contra la propiedad, agravado por su condición de empleado de seguridad, entre otros calificantes que le atribuirá la fiscalía, desde donde se confirmó a este medio que “en la casa del detenido se secuestró importante cantidad de mercadería”.

En el video captado por la cámara de seguridad que se viralizó puede observarse a los viales, muy sueltos de cuerpo, ingresar dos camionetas a la vivienda de Peressón repletas del motín con el que se alzaron.

Otros más 

A la par, se esperaban las órdenes de detención para otros cinco efectivos viales, igualmente involucrados en esta violación grupal de la ley penal.

Peresson fue alojado preventivamente en la dependencia policial de Malabrigo a a la espera de ser encartado por los delitos por los que perdió el estado de libertad.

Las actuaciones fueron llevadas adelante por personal de la PDI. El caso causó revuelo dentro de las filas policiales. Al punto que desde la Unidad Regional IX se aclaró off de récord que la Policía de Seguridad Vial forma parte de una dirección provincial totalmente ajena y apartada de la fuerza que brinda seguridad en pueblos y ciudades de la provincia. “No queremos que nos metan a todos en el mismo lazo”, se defendieron.

FUENTE: Norte24

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