La primera semana sin cepo dejó un escenario mixto, con bonos y acciones locales al alza por la mayor confianza en el nuevo esquema cambiario. Sin embargo, desde ya se erige un ganador en el corto plazo, el peso.
El dólar mayorista cerró el último día hábil de la semana con un precio de $1.126 para la compra y $1.135 para la venta, lo que representó una caída diaria de $65. A pesar de esta baja puntual, en el acumulado semanal la divisa subió $52,50. En el segmento minorista, el tipo de cambio en el Banco Nación perforó el umbral de los $1.200, en lo que configuró el tercer día de operaciones bajo el régimen de flotación entre bandas. Si bien es pronto para determinar qué instrumentos rindieron mejor en este nuevo contexto, el mercado ya tiene un claro ganador, por lo menos en el corto plazo.
Ya con el nuevo esquema cambiario en marcha, el S&P Merval medido en dólares recuperó parte del terreno que cedió en el primer trimestre (aproximadamente 30%) y trepó un 10,3%, impulsado por la caída del contado con liqui (CCL), que retrocedió 5,2%. Sin embargo, en pesos, el índice de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) perdió un 3,1%, y cerró la semana con una baja diaria del 4,7%, en 2.177.974,91 puntos. Aun así, en su versión en dólares, subió 0,6% y se ubicó en 1.850 unidades.
Los bonos en dólares recuperaron el entusiasmo, en especial los de tramo largo como el Global 2035 (GD35) y el Global 2041 (GD41), que llegaron a subir hasta un 9,6% en Nueva York. Aunque con el tipo de cambio en pleno retroceso, muchos inversores optaron por posicionarse en instrumentos en pesos. Las Lecap mostraron subas de hasta 3,4%, los Boncap treparon hasta 5,6% y los bonos duales con tasa fija y ajuste por TAMAR subieron hasta 3,5%.
Los ganadores y perdedores de la primera semana sin cepo
Para Waitzel los grandes ganadores fueron los bonos Globales. En rigor, los de tramo largo como el GD35 y GD41, que llegaron a subir hasta un 9,6% en Nueva York. Explica que, la compresión de tasas fue tan marcada que toda la curva cerró por debajo del 12% de Tasa Interna de Retorno (TIR), “algo impensado semanas atrás”.
Para el estratega, el mercado leyó positivamente la combinación de orden macro, financiamiento externo y la eliminación del dólar blend.
En el segmento del “equity” nacional, Waitzel ratifica que la renta variable también se sumó a la fiesta. “Las acciones de YPF y Pampa lideraron por el renovado interés en el sector energético, mientras que los bancos —como Supervielle (SUPV) y Grupo Financiero Galicia (GGAL) capitalizaron la expectativa de recuperación del crédito y una economía más estable. Y es que en un marco de menor intervención y desarme gradual del cepo, los inversores comienzan a rotar hacia activos más riesgosos con fundamentos sólidos.
Das Neves coincide con esa mirada y desliza que pese al “risk off” global, los ADRs argentinos cerraron con ganancias, como es el caso de Edenor, YPF y Supervielle. Para el experto, “la sorpresa fue Vista, que pese a los precios internacionales del crudo, invirtió en la compra de la filial de Petronas y su acción se disparó un 11%”, desliza. Esto es importante porque sostiene las perspectivas positivas para el segmento Oil&Gas argentino, dice.
“En la plaza local, el S&P Merval dio perdidas medidas en pesos, pero medido en dólares tuvo importantes ganancias dado la caída de casi el 6% que tuvo el dólar MEP”, añade Das Neves.
Martínez Burzaco concluye que las acciones argentinas mostraron un sólido repunte, impulsado por la apreciación del peso frente al dólar, en particular en el contado con liquidación. Analiza que los bonos soberanos también subieron con fuerza, y terminaron de consolidar el buen momento de los activos locales.
En contraste, los grandes perdedores de la semana corta fueron los Cedears, que lideraron las pérdidas afectadas tanto por la caída del tipo de cambio implícito como por el retroceso global de acciones ligadas al comercio, en medio de nuevas tensiones comerciales impulsadas por Trump.