Con profundo pesar, informamos que el Papa Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio, falleció el lunes 21 de abril de 2025 a los 88 años, en su residencia de la Casa Santa Marta en el Vaticano, a las 07:35 horas locales.
El anuncio oficial fue realizado por el camarlengo, cardenal Kevin Joseph Farrell, quien destacó la dedicación del pontífice al servicio de la Iglesia, especialmente hacia los más pobres y marginados.
Horas antes, este domingo, el Papa Francisco había dado, el que terminaría siendo su último mensaje de Pascuas. “Hermanos y hermanas felices Pascuas” desde el balcón de la basílica San Pedro y con una voz muy débil bendijo a algunas personas. Luego recorrió las calles en vehículo. También recibió al vicepresidente de Estados Unidos.
Jorge Mario Bergoglio, nacido en Buenos Aires en 1936, fue el primer papa jesuita y el primero de origen americano. Su pontificado, iniciado en 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI, se caracterizó por un enfoque reformista y social, promoviendo causas como la ecología, la inclusión de mujeres y personas LGBTQ+, y luchando decididamente contra la pederastia clerical.
Durante su papado, Francisco realizó 47 viajes a 66 países, priorizando las periferias y abogando por una Iglesia más sencilla e inclusiva.
Según sus deseos, Francisco será enterrado en la basílica de Santa María La Mayor, en una sencilla capilla.
Una vida marcada por la fe y el compromiso social
Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina. Hijo de inmigrantes italianos, estudió química antes de ingresar al seminario y consagrarse como sacerdote jesuita. En 1998 fue nombrado arzobispo de Buenos Aires, y luego cardenal en 2001 por Juan Pablo II.
El 13 de marzo de 2013, se convirtió en el primer Papa jesuita, el primer Papa latinoamericano y el primero no europeo en más de 1200 años. Su elección marcó un giro en la historia del Vaticano, cargado de simbolismo y expectativas.
Un pontificado transformador
Durante su papado, Francisco impulsó reformas profundas dentro de la Iglesia:
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Luchó abiertamente contra los casos de abuso sexual clerical
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Promovió el cuidado del planeta con su encíclica Laudato si’
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Defendió la inclusión de mujeres y minorías sexuales
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Reforzó el diálogo interreligioso
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Pidió una Iglesia más austera y cercana a los marginados
Realizó 47 viajes a 66 países, priorizando regiones periféricas, zonas de conflicto y comunidades vulnerables. Fue también un constante promotor de la paz, la justicia social y la esperanza entre los pueblos.
Una despedida sencilla, como él quería
Su última aparición pública fue el día anterior a su muerte, durante la bendición Urbi et Orbi. Debido a su estado delicado, no había podido participar en las celebraciones de Semana Santa.
Según su voluntad, Francisco será sepultado en una capilla sencilla en la Basílica de Santa María La Mayor en Roma, lejos del boato de los grandes mausoleos papales.
Con su partida, se abre un período de Sede Vacante, y se estima que el cónclave para elegir a su sucesor se llevará a cabo en los próximos 15 a 20 días.
Legado eterno
Francisco deja una huella profunda en millones de creyentes y no creyentes alrededor del mundo. Su estilo sencillo, su cercanía con la gente común, y su valentía para hablar de temas incómodos lo convirtieron en un líder espiritual más humano, más real, y profundamente comprometido con el prójimo.
Hoy, el mundo despide a un hombre que rompió moldes y tocó corazones.
Hasta siempre, Francisco. Pastor del pueblo, mensajero de paz.