Un alivio financiero llegó para la Cooperativa de Servicios Públicos de Avellaneda tras la firma de un convenio con Vicentín S.A.I.C. para saldar una deuda postconcursal de 500 millones de pesos por el consumo de energía eléctrica. Este acuerdo, crucial para la estabilidad de la cooperativa, se produce luego de un período de gran incertidumbre y tensión.
El compromiso establece el pago de la deuda en cuatro cuotas fijas mensuales de $141.251.310 cada una, con vencimientos programados entre el 15 de julio y el 15 de octubre de 2025. Por la Cooperativa, rubricaron el acuerdo su presidente, Alfredo Mario Marchetti, y el secretario, Sergio Hugo Zamar. En representación de Vicentín, firmaron los interventores judiciales Andrés Shocrón y Guillermo Jaime Nudenberg, quienes asumieron la dirección de la empresa tras el apartamiento del directorio anterior.
Como parte del convenio, ambas partes se comprometieron a presentar un escrito conjunto ante la Justicia en un plazo de cinco días hábiles, solicitando la suspensión de todos los plazos procesales relacionados con esta deuda.
Respiro para la Cooperativa Tras el Cierre de Plantas de Vicentín
La situación de la Cooperativa de Avellaneda se había vuelto crítica debido a que Vicentín no solo dejó de abonar sus consumos energéticos posteriores al concurso, sino que además cerró todas sus plantas industriales. Esta decisión generó una alarma significativa entre los directivos de la cooperativa, quienes advirtieron públicamente sobre el riesgo para el futuro de la prestadora de servicios, propiedad de los vecinos de Avellaneda. La complejidad se agravaba por un fallo judicial que impedía a la cooperativa cortar el suministro eléctrico a la agroexportadora.
El escenario comenzó a cambiar cuando el juez del concurso preventivo, Dr. Fabián Lorenzini, decidió separar al directorio de Vicentín y designar a los interventores Shocrón y Nudenberg. Esta intervención fue clave para la reactivación de las plantas en Avellaneda, Ricardone y San Lorenzo, lo que permitió a la empresa volver a generar ingresos, pagar salarios, adquirir insumos y cumplir con sus obligaciones básicas, como el consumo de energía.
Este acuerdo no solo representa un importante alivio para la Cooperativa de Avellaneda, que estuvo al borde del colapso financiero, sino que también marca un paso significativo hacia la normalización de las relaciones entre Vicentín y sus proveedores de servicios esenciales en la región.


