RECONQUISTA, SANTA FE — Cientos de trabajadores del sector textil se movilizaron esta mañana en el centro de la ciudad para reclamar soluciones inmediatas ante la falta de respuestas y compromisos concretos por parte de la patronal, tras la audiencia pública convocada por el Juez Fabián Lorenzini.
La protesta, que refleja el creciente descontento en el sector, se focaliza en la defensa de los puestos laborales en medio de una profunda crisis que incluye retrasos en los pagos y problemas estructurales.
Fracaso en la Mediación Judicial
La movilización de hoy fue una respuesta directa a la audiencia celebrada el pasado viernes en el marco del concurso preventivo (vinculado a empresas como Algodonera Avellaneda), donde participaron representantes de empleados y empresarios.
Juan Carlos Bandeo, referente de los trabajadores, denunció en el programa Vivos y Sueltos con Sergio Raynoldi” la postura inflexible de la cúpula empresaria:
“Algunos empresarios presentes dejaron claro que no tienen intención de resolver la situación mientras no haya presión de nuestra parte… El mutismo de la patronal continúa y no hay señales de avances en los compromisos anunciados”.
La patronal, que ha estado en contacto con los trabajadores incluso por vía Zoom, no logró brindar garantías sobre la continuidad de las operaciones ni sobre el pago de los haberes adeudados.
La Lucha Continúa: Buscan Mediación Religiosa
Ante el “mutismo” de la patronal, los empleados han decidido mantener la protesta en la calle y activar nuevas estrategias de diálogo:
- Presión Sostenida: La movilización de hoy combina la presencia física con la comunicación activa a través de la radio regional, buscando sensibilizar a la población y presionar a los responsables de las empresas.
- Mediación Comunal: Como próximo paso, los trabajadores buscarán la intervención de autoridades religiosas, incluyendo una reunión con el Obispo local, con la esperanza de que la iglesia pueda mediar en el complejo conflicto laboral.
Los trabajadores advierten que la continuidad de las medidas de fuerza dependerá exclusivamente de la disposición de la patronal para abrir un canal de diálogo efectivo y garantizar la estabilidad de las fuentes de trabajo, una prioridad clave para la economía de la región.