La incertidumbre se profundiza en Algodonera Avellaneda, donde decenas de trabajadores acumulan meses de angustia y espera sin percibir sus salarios desde octubre. La reactivación de la planta, y con ella el cobro de haberes, sigue estancada por la falta de fondos, mientras la lentitud de los procesos judiciales alarga el calvario de las familias afectadas.

Juan Carlos Bandeo, representante del Sindicato de Trabajadores Textiles, confirmó en Radio Ideal que la ecuación es simple y cruda: “Si no hay plata, esto no va a arrancar”

Meses de Espera: El Impacto de la Justicia Lenta – La solución que podría aliviar la situación, como la venta de un inmueble de la empresa en Buenos Aires, choca contra la burocracia judicial. A pesar de que el juez del concurso habilitó la venta, Bandeo fue enfático al señalar la frustrante lentitud del sistema: “Tiene que llegar una oferta, luego intervenir la sindicatura y los acreedores. Eso no es rápido”, explicó, desalentando cualquier expectativa de solución inmediata.

Mientras tanto, los empleados se ven obligados a subsistir en una situación desesperada. “La gente no cobró octubre ni noviembre. Hoy subsisten como pueden, con changas o ayudas”, lamentó Bandeo, resaltando el grave impacto social de esta prolongada crisis

Sin Respuestas Concretas para los Salarios – El dirigente sindical indicó que, tras una reunión con autoridades provinciales y la empresa, no se obtuvieron compromisos concretos de asistencia financiera directa. Si bien el Ministerio de Trabajo podría gestionar la ayuda con la energía, el aporte económico directo sigue sin confirmarse.

La única alternativa concreta en análisis es aplicar el artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo. Esto permitiría aliviar las cargas sociales para destinar esos recursos al pago parcial de los salarios adeudados y la compra de insumos básicos, una medida paliativa para una necesidad urgente.

Se espera una nueva audiencia judicial en los próximos días, donde la empresa deberá presentar finalmente una propuesta. La esperanza de los trabajadores y del sindicato es clara: “Todos queremos que esto arranque, pero sin recursos no hay forma de generar trabajo ni ingresos”, concluyó Bandeo, reflejando el sentir de una comunidad que exige celeridad y soluciones.