RECONQUISTA WEATHER
Las fallidas entrevistas a Javier Milei: sabotajes, filtraciones y sospechas

Redactado

Por Gonzalo Nuñez*

@nieznu

En los últimos días, las entrevistas al presidente Javier Milei se han visto envueltas en una serie de polémicas que han puesto en duda la transparencia y el control mediático en torno a sus apariciones públicas. Entre denuncias de sabotaje, filtraciones de cortes editados y acusaciones de manipulación periodística, la figura presidencial ha quedado en el centro de la controversia.

 

Denuncias de sabotaje en vivo

 

Durante una reciente entrevista con Antonio Laje en el canal A24, Milei denunció en vivo un presunto sabotaje de los sonidistas, a quienes señaló de pertenecer a sectores kirchneristas que orquestaron un boicot. Al día siguiente, tras un pedido de disculpas, deslizó una idea similar a la versión presidencial. Sin embargo, esta no es la primera vez que Milei sostiene esta hipótesis, ya que también en otra entrevista afirmó haber escuchado “gente haciendo ruido”, lo que reforzó su postura de que existen maniobras para desestabilizar sus apariciones en los medios.

 

Filtraciones y preguntas pactadas

 

Más allá de los problemas técnicos, otro episodio generó revuelo mediático se reveló un corte eliminado de una entrevista a Milei en la que Santiago Caputo interrumpía para modificar el rumbo de la conversación. La filtración sugiere que algunas preguntas podrían haber sido pactadas de antemano, lo que pondría en duda la espontaneidad de los encuentros del mandatario con la prensa.

En el video en cuestión, se observa y escucha a Santiago Caputo, asesor de Milei e integrante de lo que los medios denominan “Triangulo de Hierro”, dando órdenes sobre cómo debía desarrollarse la conversación con el periodista Jonatan Viale. La grabación dejó entrever la existencia de un guion preestablecido que contradice la imagen de un presidente dispuesto a responder sin condicionamientos.

 

Las disputas en la televisión: ¿quién gana y quién pierde?

 

El impacto mediático de estos incidentes ha reconfigurado el panorama televisivo. Según el portal Urgente 24, periodistas como Alejandro Fantino y Antonio Laje habrían logrado posicionarse mejor en términos de credibilidad, en contraste con figuras como Esteban Trebucq, Luis Majul y el propio Viale, quienes quedaron envueltos en varias polémicas. La nota sugiere que el público está comenzando a percibir ciertas entrevistas (grabadas, editadas y emitidas horas después) son excesivamente complacientes o estructuradas, afectando la imagen de algunos comunicadores.

 

Una estrategia de victimización o problemas reales

 

Las controversias en torno a las entrevistas de Milei abren varios interrogantes. ¿Estamos ante una estrategia deliberada de victimización para reforzar su discurso contra el establishment mediático? ¿O realmente hay intentos de boicot en su contra? Lo cierto es que estas situaciones han puesto en primer plano la relación del presidente con los medios y la manera en que se construyen sus intervenciones públicas.

Mientras tanto, el debate sigue abierto y cada nuevo episodio suma un capítulo más a esta historia en desarrollo.

 

Un factor clave en estas entrevistas es el riesgo que corre Javier Milei al exponerse en vivo, fuera del control de la Casa Rosada y la edición audiovisual que suelen pulir sus discursos. Sin la mediación de sus asesores, el presidente queda vulnerable a preguntas incómodas, baches argumentativos e incluso momentos de confusión que pueden afectar su imagen pública. Estos episodios han evidenciado la diferencia entre un Milei contenido y estructurado en entrevistas editadas y un Milei más errático en encuentros espontáneos, lo que plantea dudas sobre su capacidad para sostener debates abiertos sin una estructura previamente definida.

 

Otro punto a considerar es si realmente una entrevista es el mecanismo adecuado para limpiar su imagen pública después de que se han evidenciado cuestionarios pactados y una preparación previa que limita la espontaneidad de sus respuestas. A nivel nacional e internacional, cada nueva entrevista parece exponer aún más las vulnerabilidades del presidente en lugar de fortalecer su posición. Esto plantea la posibilidad de que, en vez de recuperar credibilidad, estas apariciones mediáticas puedan erosionar aún más su imagen y su capacidad de liderazgo en el escenario global.

Gonzalo Núñez*Periodista, locutor, productor y docente

Más
articulos