El dirigente social Juan Grabois fue liberado durante la madrugada de este domingo, luego de haber permanecido varias horas detenido tras la toma del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, ubicado en el barrio porteño de Recoleta. La ocupación fue una medida de protesta contra el cierre de la institución, el despido de sus trabajadores y una posible venta del edificio, declarado patrimonio histórico de la Ciudad.

La acción comenzó pasado el mediodía del sábado 7 de junio. Según trascendió, los primeros manifestantes habrían ingresado al Instituto a través de un café lindero, con el que el edificio mantiene una conexión interna. Hacia las 16 horas, alrededor de 100 personas participaron de una asamblea en el patio de la casona. Desde allí, Grabois, megáfono en mano, anunció que la toma sería “por tiempo indeterminado” y se justificaría como una “medida preventiva” ante una posible venta del inmueble.

La tensión no tardó en escalar: pocos minutos después de iniciada la asamblea, personal policial se hizo presente en el lugar. Mientras se desarrollaba la protesta, los manifestantes coreaban consignas a favor de Cristina Kirchner y del Partido Justicialista, y en contra del Gobierno nacional. En un operativo sincronizado, una nueva dotación de uniformados ingresó por una puerta lateral y desalojó tanto a los presentes en el edificio como a quienes se encontraban en la vereda. En ese contexto, Grabois fue detenido junto a otro joven, cuya captura fue calificada como “al voleo” por su abogado.

Durante la noche, militantes y referentes sociales realizaron una vigilia frente a la sede de la Superintendencia de Investigaciones Federales, en Villa Lugano, donde se encontraba alojado el dirigente del Frente Patria Grande.

Al momento de su liberación, Grabois se expresó con dureza hacia el Gobierno nacional: “A mí este Gobierno mucho no me quiere, y es una de las cosas más lindas que me pasó en la vida: tener enfrente a esta mierda de gente me llena el corazón”, sostuvo. Además, lanzó una advertencia directa a varios funcionarios: “¿Bullrich piensa que nos va a domar con esto? No entiende cómo estamos hechos. Ella las hace, ella las va a pagar. Milei las va a pagar, Karina las va a pagar, Pettovello las va a pagar. Les vamos a cobrar cada uno de sus crímenes sociales”.

La toma, que se esperaba extensa, terminó siendo de pocas horas, pero dejó expuestas fuertes tensiones políticas, sociales e institucionales.