El juez Civil y Comercial de Reconquista, Fabián Lorenzini, dio un paso decisivo en el extenso concurso de acreedores de Vicentin. El magistrado resolvió que el Grupo Grassi S.A. fue el primero en reunir las mayorías necesarias, tanto de cápitas como de capital, para quedarse con el control de la agroexportadora que mantiene una deuda cercana a los 1.300 millones de dólares.
La decisión, que ratifica el proceso de cramdown (salvataje) que concluyó el 31 de octubre, deja a la firma rosarina en una posición de privilegio frente al consorcio competidor integrado por Molinos Agro (MOA) y Louis Dreyfus Company (LDC) Argentina.
El Factor Tiempo: La Clave de la Victoria
La resolución de Lorenzini se basó en el informe presentado por el síndico Diego Telesco, que detalló los horarios exactos de presentación de las propuestas.
Según el documento, Grassi S.A. fue el primero en alcanzar las mayorías necesarias ese mismo 31 de octubre, logrando el apoyo clave de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). Este respaldo le permitió cumplir los exigentes requisitos de la Ley de Concursos y Quiebras.
Con este logro, Grassi solicitó formalmente la homologación del acuerdo y la adquisición de las acciones de Vicentin, argumentando la necesidad de reestructuración ante un patrimonio neto negativo que supera los u$s 1.000 millones.
Próximos Pasos: Impugnaciones y el Control Final
La resolución del juez Lorenzini es explícita sobre el paso a seguir:
“Hágase saber que el primero en comunicar la obtención de conformidades suficientes para la aprobación del acuerdo preventivo ha sido Grassi S.A. Los legitimados procesales concursales podrán impugnar el acuerdo dentro de los cinco días siguientes a la notificación de esta providencia…”
Esto significa que, si el acuerdo no es impugnado con éxito dentro de este plazo, Grassi S.A. quedará en condiciones de asumir el control total de Vicentin, poniendo fin a uno de los concursos empresariales más complejos y de mayor impacto en el agro argentino.
¿Qué Implica la Decisión para Vicentin y Productores?
La aprobación de una propuesta a través del cramdown es la última instancia antes de la quiebra de la compañía. Para Vicentin, implica la posibilidad de continuar operando bajo la nueva dirección, evitando la liquidación.
Para los productores y acreedores, esta definición es crucial. No solo les da certidumbre sobre el futuro de la compañía, sino que también les permite conocer el plan de negocios que implementará el Grupo Grassi, afectando directamente la expectativa de cobro de sus acreencias y la dinámica productiva en el norte santafesino.
Este caso sentará un precedente histórico en el derecho concursal de Argentina, destacando la importancia de la seguridad jurídica y la participación activa de todos los actores del sector agroindustrial.


