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Gripe H3N2: las siete claves para entender el brote que preocupa al mundo

Redactado

Europa enfrenta un brote adelantado y agresivo de gripe H3N2 impulsado por la variante K. Aunque en Sudamérica aún no hay casos, los expertos advierten que podría llegar en los próximos meses y piden anticipar la vacunación y las medidas de prevención.

Europa atraviesa una de las temporadas de gripe más intensas de los últimos años. El repunte inusual del subtipo H3N2, encabezado por la variante conocida como K, provocó un aumento acelerado de contagios que desbordó consultorios, guardias y unidades de cuidados críticos en varios países del hemisferio norte. El fenómeno llega antes de lo esperado y ya es observado con atención por autoridades sanitarias y especialistas de América Latina, que miran el mapa epidemiológico europeo como un anticipo de lo que podría ocurrir en el próximo otoño e invierno austral.

Aunque en Sudamérica todavía no se han detectado casos, la Organización Panamericana de la Salud advierte que los países deben ajustar sus planes sanitarios, reforzar la vigilancia epidemiológica y preparar estrategias de vacunación. A continuación, un análisis detallado en siete claves para entender el avance del virus y lo que se espera para la región.

Siete claves para entender el brote de gripe que preocupa al mundo

1. Un brote adelantado y más intenso de lo habitual

El comportamiento del virus llamó la atención desde el inicio: el brote europeo se adelantó entre tres y seis semanas, un fenómeno que no había sido registrado en esta magnitud desde hace más de una década. Reino Unido, Alemania, Francia, España e Italia concentran los picos más altos.

En el Reino Unido, la Agencia de Seguridad Sanitaria estima alrededor de 8.000 hospitalizaciones por semana, un nivel que no se alcanzaba desde 2010. España, por su parte, reporta una incidencia casi diez veces mayor que la del mismo periodo del año anterior.

Especialistas atribuyen esta dinámica a dos factores combinados: el adelantamiento del frío, que favorece la circulación viral, y el rápido ascenso del subclado K, mucho más contagioso que los detectados en temporadas previas.

2. Variante K: mutaciones críticas y mayor capacidad de propagación

La variante K del H3N2 presenta siete mutaciones adicionales en la proteína de hemaglutinina, la llave con la que el virus ingresa a las células. Esto no solo aumenta su capacidad de contagio, sino que genera un desafío adicional: reduce parcialmente la eficacia de las vacunas actuales.

La patóloga pediátrica Marta Cohen explicó que estas mutaciones le otorgan al virus una ventaja biológica que lo vuelve más transmisible y más difícil de neutralizar por los anticuerpos generados por vacunas o infecciones previas.

Desde su identificación inicial en Australia, el virus avanzó de forma acelerada por Nueva Zelanda, Europa y Asia, y hoy circula en más de 30 países.

3. Vacunación: menor eficacia, pero sigue siendo la herramienta fundamental

Pese a la disminución en la eficacia estimada —alrededor del 65% frente a la variante K— la vacunación antigripal mantiene su rol clave: reduce hospitalizaciones, cuadros graves y muertes.

Expertos del hemisferio sur proponen que las campañas se adelanten un mes respecto del calendario habitual, especialmente en países como Argentina, Chile y Uruguay.

La recomendación se sustenta en un dato clave: si el virus llegó a Europa en septiembre y mostró un ascenso explosivo en invierno, podría replicar esa dinámica en el otoño austral.

4. Nuevas estrategias de prevención y reaprendizajes post-pandemia

La irrupción del brote obligó a varios países europeos a retomar medidas que habían demostrado efectividad durante la pandemia de COVID-19. Entre ellas:

Trabajo remoto para personas con síntomas gripales.

Uso de barbijo en transporte público, hospitales y en grupos de riesgo.

Ventilación constante en aulas, oficinas y espacios cerrados.

Higiene de manos reforzada.

Aislamiento de casos sospechosos en escuelas con brotes activos.

Estas estrategias no buscan volver a restricciones severas, sino evitar que el sistema de salud se vea sobrepasado.

5. Coincidencia con otros virus respiratorios: la tormenta perfecta

La gripe no circula sola. Europa, Estados Unidos y Canadá atraviesan una simultaneidad de virus que intensifica la presión hospitalaria:

SARS-CoV-2, aún presente aunque en niveles moderados.

Virus sincicial respiratorio (VSR), especialmente peligroso para bebés y adultos mayores.

Adenovirus y rinovirus, que complican el diagnóstico diferencial.

Esta “triple circulación respiratoria” se traduce en guardias saturadas, internaciones pediátricas en alza y demoras en la atención de pacientes con otras patologías. Las autoridades sanitarias europeas ya reforzaron planteles, extendieron horarios en centros de testeos y habilitaron zonas de aislamiento.

6. Sudamérica en alerta: qué puede pasar y cuándo podría llegar

Por el momento, ningún país sudamericano reportó casos de H3N2 variante K. Sin embargo, tanto la OMS como la OPS sugieren prepararse para un posible ingreso del virus en marzo o abril, siguiendo la dinámica observada en hemisferios con estaciones opuestas.

Los especialistas coinciden en que el riesgo aumenta con:

viajeros internacionales,

mayor movilidad en el verano,

baja cobertura de vacunación,

circulación estacional de otros virus respiratorios.

Según Marta Cohen, “es poco probable que haya un brote epidémico antes del otoño, pero sí podrían aparecer casos importados en febrero o marzo”.

La clave, subrayan, es no esperar a abril para comenzar la vacunación.

7. Síntomas, grupos de riesgo y qué deben saber los pacientes

Los síntomas asociados a la variante K suelen ser más intensos que en temporadas previas de gripe:

fiebre alta y de inicio brusco

dolor muscular marcado

tos seca persistente

dolor de garganta

fatiga extrema

síntomas gastrointestinales (diarrea, dolor abdominal)

La similitud con COVID-19 obliga a recurrir a pruebas combinadas. En los niños, la enfermedad suele ser leve pero juegan un rol clave en la transmisión. En adultos, especialmente mayores y personas con condiciones crónicas, los cuadros pueden volverse severos.

Los grupos de mayor vulnerabilidad incluyen:

adultos mayores

niños pequeños

embarazadas

personas inmunodeprimidas

pacientes con diabetes, enfermedades cardiacas, renales o pulmonares

personas con obesidad mórbida

El mensaje de los especialistas es claro: vacunarse y actuar ante los primeros síntomas reduce de manera significativa el riesgo de complicaciones.

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